Hablar de violencia institucional nos hace pensar las violencias como parte de entramados institucionales, políticos, culturales y sociales y no como fenómenos aislados o resultado de acciones individuales. Tras el fin de la dictadura, las muertes en manos de las instituciones en contextos democráticos, movilizaron a la sociedad a repensar las instituciones y denunciar los mecanismos que las hicieron posibles. Estas muertes resonantes fueron las que salieron a la luz y permitieron construir a la violencia institucional como un problema público, gracias a la lucha de los/as familiares y vecinos/as de las víctimas: la Masacre de Budge, el asesinato de Walter Bulacio, las desapariciones forzadas de Miguel Bru, entre otros tantos casos que se visibilizaron, sumados a todas las muertes que suceden sin que trasciendan en el escenario público. Todos estos episodios en plena democracia mostraron las prácticas institucionales violentas y la necesidad de transformarlas. Las juventudes han sido uno de los grupos más afectados por estas prácticas y también parte de las organizaciones que luchan por su erradicación. Las redes territoriales, educativas, sociales y familiares en las que estamos insertos/as son de lo más diversas y nos encontramos con discursos sociales que de distintos modos refuerzan y construyen imaginarios legitimadores de las violencias.
En este eje las y los invitamos a reflexionar sobre la problemática desde sus diferentes ángulos y pensar estrategias de promoción de derechos para construir un Nunca Más a la Violencia Institucional.

- Teacher: Adriana Llamazares